Las operaciones diarias de muchas compañías incluyen múltiples procesos, cada vez más, a través de Internet. La mayoría de ellos suelen requerir una última validación, es decir, necesitan ser autenticados para que se ejecuten.
La biometría es el mecanismo para reconocer a una persona a través de un rasgo único e intransferible. Esta herramienta se ha convertido en uno de los mecanismos de identificación, seguridad y control más efectivos en la actualidad.
Reducir el fraude por suplantación
La seguridad en las instituciones bancarias se ha visto cada vez más retraída debido a los asaltos, algunos con violencia, pero también por los robos de identidad. Miles de personas han sido víctimas de fraudes digitales, por eso, se establecieron controles biométricos para verificar la identidad de los cuentahabientes.
Esa conquista se extiende ahora poco a poco a los portátiles: varios son los equipos basados en Windows que integran alguna de estas dos opciones, y los MacBook también han empezado a incluir un sensor TouchID. Una patente revela ahora que en el futuro también podrían dar el salto a sensores FaceID, y eso nos plantea un debate: ¿qué es mejor para el portátil y el móvil, el sensor de huella o el reconocimiento facial?
Los sensores de validación por huella dactilar se convierten en parte integral de todos los smartphones: los fabricantes de móviles Android hicieron también suya esa tendencia, y pronto vimos sensores cada vez más eficientes y rápidos a la hora de desbloquear el teléfono.
En el caso de las huellas, la biometría son las medidas biológicas o características físicas, que se pueden utilizar para identificar a las personas. Lla clasificación de huellas dactilares es un excelente sistema para la autenticación digital, debido a que las características físicas son relativamente constantes y diferenciables.
La biometría se está incorporando en los pasaportes electrónicos en todo el mundo. En Estados Unidos, los pasaportes electrónicos cuentan con un chip que contiene el iris, la validación por huella dactilar o una fotografía digital del rostro del portador. Esta tecnología evita que lectores de datos no autorizados realicen lecturas completas y superficiales de los datos del chip.
Mejora la experiencia de los clientes
El acceso no autorizado se hace más difícil cuando los sistemas requieren varios medios de autenticación, como la detección de huellas y la correspondencia de muestras codificadas con usuarios dentro de dominios cifrados. Con objeto de frustrar los ataques malintencionados, algunos sistemas de seguridad también incluyen en los datos biométricos características adicionales como todos los dedos de ambas manos.
Un sistema biométrico común comprende cinco componentes:
- Un sensor utilizado para recopilar datos y convertir la información en formato digital.
- Algoritmos de procesamiento de señal que realizan actividades de control de calidad y desarrollan las plantillas biométricas.
- Un componente para almacenamiento de datos que contiene la información con la cual se comparan las nuevas plantillas biométricas.
- Un algoritmo de coincidencia que compara las nuevas plantillas biométricas con una o más de las plantillas almacenadas.
- Y por último, un proceso de decisión (ya sea automático o manual) que utiliza los resultados del componente de coincidencia para tomar una decisión basada en el sistema.
Las modalidades biométricas más comúnmente implementadas y estudiadas son huellas dactilares, rostro, iris, voz, firma y geometría de la mano. Muchas otras modalidades se encuentran en distintas etapas de desarrollo y evaluación.
Hay muchos factores que deben tenerse en cuenta al momento de implementar un dispositivo biométrico; entre ellos, ubicación, riesgos de seguridad, tarea (identificación o verificación), cantidad de usuarios estimada, circunstancias de los usuarios, datos existentes, etc.
En Tekbees creamos soluciones con tecnología biométrica, y puntualmente, nuestro proceso de reconocimiento facial está certificado internacionalmente. ¡Contáctanos!